Gregory Porter es la nueva gran sensación de
jazz vocal en Estados Unidos.
Con tan sólo dos grabaciones como solista, la fama y el reconocimiento que ha logrado Gregory Porter corren como reguero de pólvora.
Consecuencia de todo esto es la tremenda
expectativa que levanta en los numerosos conciertos que ofrece, así como la
agenda tan apretada que tiene por delante
La autenticidad es un valor clave y diferencial
que a muchos artistas se les supone y muy pocos consiguen y mantienen a lo
largo de sus carreras. Me encuentro con uno de esos cantautores que te deja
huella desde que empiezas a escuchar "Painted On Canvas", el primer
tema de su segundo disco titulado "Be Good" y cuyas referencias, por
personalidad, estilo y compromiso en sus cuidadas letras, podría hacerte
recordar a Curtis Mayfield, Bill Withers, Donny Hathaway o Al Green, desde el
lado soul y, a Nat "King" Cole, desde su condición de cantante de
jazz. Estoy hablando de Gregory Porter, un compositor y cantante de jazz-soul
"angelino", debutante en 2008 con "Water" y cuyo nuevo
disco "Be Good" está siendo una referencia obligada para la crítica jazzística
a nivel mundial.
Los musicales de Broadway, siempre han sido una
plataforma indispensable para muchos cantantes de jazz y, en el caso de
Gregory, una de sus primeras experiencias como profesional fue su participación
en "It Ain't Nothin But' The Blues". Tras su paso por la Universidad
de San Diego, en la que destacó por sus buenas condiciones como jugador de
rugby, empieza a cantar en pequeños clubs locales bajo la tutela del
saxofonista y pianista Kamau Kenyatta, músico clave en su desarrollo como
profesional y quien le presenta al flautista Hubert Laws, consiguiendo éste que
interprete para su disco homenaje a Nat "King" Cole el tema de
Charles Chaplin "Smile". Los que habitualmente siguen nuestros
podcasts, le habéis escuchado en el disco "Love And Revolution, del músico
y productor italiano Nicola Conte. Asimismo, otro productor de garantías como
es Brian Bacchus (Norah Jones, Cassandra Wilson, Joe Lovano, Lizz Wright, etc.)
ha producido este segundo disco en el que Gregory Porter destaca en todas sus
facetas: cantante de poderosa voz y gusto a la hora de interpretar, sus
composiciones llenas de compromiso social y esa mezcla de jazz y soul que él
realiza a la perfección. Como muchos de los cantautores de décadas pasadas, hay
que oírle despacio, sin prisas y considerando todos los aspectos de su álbum.
Fuente: vivejazz.net
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