viernes, 30 de noviembre de 2012

Bill Evans: Los sonidos del silencio


El disco para los que ya no están…
Bill Evans fue un pianista estadounidense de jazz con una gran soledad interior; culto y obsesionado por su música. Tenía, como él mismo le llamaba, un “problema de confianza”, que lo hacía trabajar minuciosamente cada detalle de sus composiciones. A su juicio carecía de talento, por lo que tuvo que lograrlo tocando varias horas por día. De padre alcohólico y madre religiosa, durante la mayor parte de su vida adulta vivió una gran adicción a la heroína. Los resultados fueron sórdidas condiciones de vida, una brillante carrera, dos matrimonios fracasados (el primero terminó con un dramático suicidio) y una muerte temprana (a los 51 años).
You Must Believe In Spring es el secreto a voces mejor guardado de la discografía de  Bill Evans. Entrar en él, es como entrar a una secta, en la cual, sólo cumpliendo con el rito de escuchar el disco religiosamente, a través de las distintas etapas de la vida de uno, es posible finalmente, luego de años de fidelidad, obtener el acceso al lugar de formación del silencio. Es un disco que vino del silencio, para dejarnos mudos. Muchos en el mundo del jazz y fuera de él, comentan por lo bajo, que este es el disco de los sonidos del silencio. Es como un excelente vino de evolución eterna, más pasa el tiempo y más se lo degusta. El añejamiento lo agiganta en sus virtudes.
Es una parte indispensable del enorme catálogo grabado de Bill Evans, por razones musicales, pero su peso y significado musical dentro de él, lo convierten en “la síntesis”, el disco que contiene, todos los Bill Evans posibles.

Fuente: Guille / el-parlante.com

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