domingo, 9 de enero de 2011

Jazz de Acá: ACTIVIDAD LOCAL

‘‘El jazz, como muchas otras artes se explica a sí mismo, y sólo la experiencia de su audición permite comprenderlo’’.

LAS ACTIVIDADES PASADAS:
Y, se fue el 2010. Oportuno es el momento para saludar a todos aquellos que, por distintas razones no pude hacerlo personalmente pero, muy especialmente a todos Uds., quienes con su constancia y presencia hacen que, el renovar el compromiso de este encuentro, sea siempre algo grato de hacerse. Muchísimas gracias y, el deseo de que este 2011 que ya va en su primera semana, sea provechoso, lleno de satisfacciones y con mucha música para compartir. Nosotros seguimos en la brega…pero, como saben, en esta ciudad, lo que prácticamente es decir: en este País, las cosas – al menos en el plano musical que nos ocupa – no “arrancan” (en serio) sino hasta fines de Abril…ojalá esto vaya cambiando…es hora. De nosotros depende.

PROXIMAS OCURRENCIAS (Quién, Dónde, Cuándo?):
Festival Internacional de Jazz de Punta del Este.
Del miércoles 5 al 9 domingo se realizará en la finca El Sosiego de Punta Ballena la décimo quinta edición del Festival Internacional de Jazz. Estarán presente: Paquito D'Rivera, Lewis Nash, George Cables, Peter Washington, Jimmy Green, Claudio Roditi, Diego Urcola, David Feldman, Reuben Rogers, Gran Stewart, Xavier Davies, Joca Perpignan, Jeremy Pelt, Greg Hutchinson, Popo Romano, Cibele, Walther Castro, Pipi Piazzolla, Trío Corrente. Información: http://www.festival.com.uy/. Finca El Sosiego, Punta Ballena - Punta del Este, Uruguay. Club de Jazz & Restaurante Medio y Medio. Leon Gieco, Jaime Ross, Hermeto Pascoal & Aline Morena, Leny Andrade, Tributo: Piazzolla x Piazzolla, Tributo: Leguizamon x Klein, David Lebón, Pedro Aznar, Fattoruso-Maza-Amuedo-Fattoruso, Luis Salinas, Diane Denoir, Vitor Ramil, Liliana Herrero, Fernando Cabrera, Ruben Rada, informes: http://www.medioymedio.com/. Camino Lussich, 3 s/n, Portezuelo. Punta Ballena, Uruguay. Jazz a la calle 2011. Quinto Encuentro Internacional de Músicos del 8 al 16 de enero de 2011: Sábado 8: Cuarteto Cosmos (Uruguay), Jerónimo Santillán Cuarteto (Argentina), Federico Arreseygor Trío (Argentina), Sofía Ribeiro grupo (Portugal-Colombia-Argentina), Waldo Madera’s Quartet (EEUU-Argentina). Domingo 9: Hierbacana Trío (Argentina), Nagger-Burgos-Clark (Argentina), Edu Martins grupo (Brasil), Fundamental (Uruguay). Lunes 10: Maxi Labadie Cuarteto (Mercedes-Uruguay), Anabella Viera-Alberto Magnone (Uruguay), Flavio Romero Grupo (Argentina), Oscar González grupo (México-Uruguay). Martes 11: Guay Dúo (Argentina), Sebastián Zanetto grupo (Argentina), Críos de la Plata (Uruguay-Argentina), Dani Gurgel + 3 (Sao Paulo-Brasil). Miércoles 12: La Tría (Uruguay), La Saraza (Argentina), QuebraPedra (Brasil), Jorge Torrecillas Noneto (Argentina). Jueves 13: MB Grupo (Argentina), Angelo Primon Grupo (Brasil-Uruguay), Alfonso Santini Grupo (Uruguay-Argentina), Associaçao Livre (Brasil). Viernes 14: Tapones de Punta Brass Band (Argentina), Manuel Ochoa Quinteto (Argentina), Carlos Quintana Quinteto (Uruguay), Mónico Aguilera grupo (Uruguay), Ana Paula da Silva (Brasil). Sábado 15: Juan Pablo Chapital Grupo (Uruguay), Arlequín Trío (Argentina), Rodrigo Ratier Quinteto (Chile), Wonderboy Groovin’ Band (Argentina), Banda Hermética (Argentina). Domingo 16: Eduardo Pinto Ensemble (Argentina), Joana Queiroz Cuarteto (Brasil), La Big Band de “Jazz a la Calle. Ciudad de Mercedes, Soriano, Uruguay.

LA ESPERANZA, ES UN RIESGO QUE TENEMOS QUE CORRER:
El jazz de Punta.
Como todos los años, la temporada estival, veraniega y de vacaciones, traslada o convoca a sus actividades musicales, especialmente del Jazz y sus conexos, al Este del País, donde toda la “movida cultural” dicen, tiene lugar. No voy a caer en la tentación –aunque ganas no me faltan – de “criticar” los carteles y formatos anunciados…porque como siempre ha sido mi prédica, después de todo, lo importante es que estos encuentros, estos festivales se hagan, que se realicen. Un “salú” por el Nano. Por estas fechas, sin poder evitar las nostalgias, quiero recordar al gran hombre de radio y comunicador, un amigo: Nano Herrera, quien decidió ir a cubrir celestiales eventos. Nano, era una persona muy especial, y todos los años, por esta fecha venía de su Argentina natal para Uruguay, a Punta Ballena para descansar y cubrir los espectáculos de la temporada. Con su proverbial “grandeza” y gentileza, muchas veces sabedor de mi imposibilidad (financiera) como “independiente” de cubrir estos espectáculos, él escribía y preparaba las reseñas que luego me hacía llegar. Ojalá que aquellos que tuvieron en él, un gran propulsor y promotor, no lo olviden y de alguna manera, le hagan un merecido homenaje. Donde sea que estés Nano: Salú!!! y que viva la música. (JR)

En Clave de Jazz-Radio por Magoya 90.5 FM desde Maldonado, Uruguay. En Clave de Jazz-Radio, "El Jazz y, la Nuevas Tendencias", la edición Radio de este Web-magazine, programa creado y conducido por Jorge Rocha, con el apoyo de los comunicadores Walter Álvarez y Carlos Peláez, se transmite, en su 4º año consecutivo, localmente desde Maldonado en Uruguay. Las propuestas, proyectos de una gran cantidad de músicos de las tres Américas (y no solo continentales) nuevos, desconocidos, conocidos, noveles y famosos, todos, reunidos para honrar la música, la diversidad cultural y, ser difundidos y mostrados en un marco de integración y conocimiento. El encuentro es, todos los sábados, de 19:00 a 21:00 horas por Magoya 90.5 FM.

LO DIJO:
Ricardo Montelongo:
“El jazz de hoy tiene que ponerse las pilas, hay que hacer algo pensando en el público. Los jazzistas (particularmente algunos que presumen de serlo) creen que pueden llegar a una sala habiendo trabajado poco, lanzándose media hora de solos y que a la gente le va a gustar. La gente quiere escuchar música, y no solamente solos...”

Foto: Logo “Jazz de Acá” (JR)

MUNDO BREVE

Rumbo al sexto aniversario. En Clave de Jazz-Radio, "El Jazz y, la Nuevas Tendencias" – la edición Radio de este Web-magazine – se transmite, desde República Dominicana, para toda la isla y áreas del Caribe, asimismo, a todo el mundo por Internet. Un recorrido por la diversidad de las músicas americanas folklóricas y tradicionales, expresiones locales, regionales, el sincretismo musical. Sus influencias como su fusión y mezcla, con la libertad que provee el manejo de los elementos y conceptos del jazz contemporáneo. Creado y conducido por Jorge Rocha, cuenta con la producción de Alexis Méndez en Santo Domingo. Finalizando ya su 5º año, va todos los domingos: de 12:00 m.; a 2:00 pm (hora de RD, -4:00 GTM) por 96.1 Quisqueya FM y, en la Red: http://www.compasillo.com/ (Clic en: Audio) y también en: http://www.certvdominicana.com/

ESCUCHAR EL PROGRAMA AQUÍ: A la derecha de su pantalla, está a la disposición, una edición actual -aunque por obvias razones, de archivo - de EN CLAVE DE JAZZ-Radio, "El Jazz y, las Nuevas Tendencias", en su versión Internacional. Periódicamente colocamos para Uds., nuevas emisiones.
DISPONIBLE: Programa 128.
Música Maestro. Este espacio, dedicado a la difusión de la música caribeña, entra en su noveno año de transmisión ininterrumpida. El espacio ha logrado consolidarse, no solo como programa de radio, sino como proyecto de difusión y estudio de las diferentes músicas del Caribe. El programa Música Maestro, se transmite todos los domingos de 3:00 a 5:00 (hora dominicana) por Quisqueya FM (96.1) Escúchalo, busca http://www.compasillo.com/ entra en: Audio. También en la Red por: http://www.certvdominicana.com/ Música Maestro es producido y conducido por José Federico, Julio Virdes y Alexis Méndez. Recuerda que Música Maestro es asunto del Caribe. http://musicamaestrord.blogspot.com/

Maysa Matarazzo y la bossa nova

Aunque la Matarazzo fue algo más que el bossa. De hecho, la cantante brasileña (Sao Paulo, 1936-1977) podría postularse perfectamente como gestora inicial del género tanto como el que más: Río de Janeiro, año 1958, al tiempo que Joao Gilberto debuta con su “Chega de saudade”, la Matarazzo publica “Ouça”, arrebatada torch song ribeteada del bossa ambiental que se respira y que la lanza sobre una vertiginosa carrera que por si sola, músicas aparte, podría explicar el libro de estilo modelo diva atormentada de los años 50. Desde su matrimonio a los 18 años con el millonario Matarazzo que le doblaba la edad y del que tomaría el apellido, hasta su muerte en accidente de coche conducido por ella misma a los 40 años de edad, su vida jamás se libraría del escándalo personal.
A bordo a menudo de una espiral de alcohol, anfetas y anorexígenos, sin darse apenas cuenta, Maysa, de pronto, se encontró convertida en algo así como un “sex symbol” latino. De peligrosa mirada ojos verdes y formas ligeramente neumáticas, siempre con problemas de sobrepeso pero dotada de una atractiva fragilidad, su concepción personal de la bossa y del samba fue macerando hasta dar con una explosiva mezcla de canción/bossa que igual bebía de las voces negras del jazz, que de las grandes voces europeas y sudamericanas de la canción o del bolero. Bajo su influjo, una rara intensidad pareció cubrir esa supuesta e irresistible levedad del bossa. Ése sería el cóctel Maysa, y aún más cuando llegando a cantar en inglés, español, francés o italiano (según el amorío de turno) se involucraba con músicas locales del país al que llegaba. En una de éstas, a mitad de los 60, apareció por Madrid con novio español.
En España era una perfecta desconocida, quizás aún lo sea, porque hasta entonces únicamente había aparecido por aquí un extended-play bajo sello Philips de su etapa más jazzy grabada en los Estados Unidos (1960). El disco, eufóricamente titulado La voz más expresiva del mundo, venía presidido por dos inmaculadas versiones del “You better go now” de Billie Holiday y del “Ne me quitte pas” de Jacques Brel, que a la postre iba a ser su más recordado trabajo fuera del Brasil, y que Almodóvar incluiría en la banda sonora de La ley del deseo (1986), de cualquier forma una perfecta desconocida en aquellos días. Enseguida contactó con la escena jazz local y Juan Carlos Calderón con el que proyectaría trabajos que apenas se concretaron en un exquisito single RCA del año 68, con una canción inédita de Luís Eduardo Aute, “Pálida Ausencia”, y una pimpante toma del “Reza” de Edu Lobo igualmente memorable. Aún apuraría la estancia hispana participando en la banda sonora de la oscura coproducción hispano-italiana Go-Go (Giuliano Montaldo, 68) rodada en Barcelona con Janet Leigh y Klaus Kinski y en la que daba lustre a tres cortes de Ennio Morricone.
Acto seguido apareció por aquí el disco que nos ocupa, extrañamente disperso en su mal conocida discografía internacional, y del que siempre hubo dudas acerca de si llegó o no a grabarlo en este país. Me inclino que no por la pureza de sus arreglos y del elegíaco tono brasileiro de producción, de cualquier forma, venga de donde venga, un tiro directo a los sentimientos que por entonces brindaba la intérprete en sus años de máxima creatividad. El desfile se abría con “Barquinho”, nueva toma mecida en clave swing de aquella su clásica bossa editada en el 58 (¿no creó ella el género, pues?), para continuar enseñándonos que se debe intentar mejorar incluso aquello que no se puede mejorar: Baden Powell (“O canto de Hosanna”), Castro-Neves (“Morrer de amor”), Edu Lobo (“As mesmas historias”), Vinicius de Moraes (“Berimbau”) … Y terminar obligadamente con una nueva sesión de brutal psicodrama personal sobre el eterno “Ne me quitte pas”, que justificaba el porqué muchos brasileños dieron en llamar a sus interpretaciones, en vez de bossa, canciones de fossa.
Vicente Fabuel / efeeme.com

Daniel Maza: música con historia y esencia

Nació en el Barrio del Cerro, en Montevideo, Uruguay en 1959 con el nombre de Daniel Omar Correa Suárez, pero de chico le quedó el seudónimo Maza, debe su apodo a cierta modorra existencial. "Cuando yo era chico todos los gurises mal que mal hacían algún mandado. Yo era remolón. Me decían: Dale, mazacote negro, movete. De tanto mazacote me quedó Maza". Su primer contacto con la música fue una guitarra eléctrica que le regaló su madre. "Tocaba como podía. Todos los chicos éramos guitarristas en el barrio. Formé un grupo que se llamaba Piedra, que pasó a ser Stone Group. En la sede del club Rampla funcionaba un boliche, El Módulo Beat. Como yo jugaba ahí, podía entrar. En El Módulo Beat escuché por primera vez a El Kinto, con Eduardo Mateo y Rubén Rada".
Criado en una familia de músicos, empezó a tocar la guitarra y otros instrumentos desde muy temprana edad.
1979, año en que llega a la Argentina, empieza a trabajar en el Papagayo lugar en el que alterna con músicos importantes de este país. Rápidamente es convocado por otras figuras para trabajar, como el grupo de música brasilera Sanbatuke, Horacio Fontova, Valeria Lynch, Luis Salinas reconocido guitarrista de fama mundial.
Con este ultimo realizo giras alrededor del mundo, consecuencia de esto es que lo empiezan a convocar artistas internacionales tales como, Celia Cruz con quien también realizo varias giras, Willy Chirino, Tata Guines y Changuito, percusionistas cubanos de reconocida fama mundial, tocando en varios festivales de jazz de diferentes países. También incursiona con el gran artista brasilero Djavan.
Daniel Maza es uno de los bajistas de culto en el ambiente del jazz y la música popular rioplatense.
Daniel, debutó discográficamente en el 2003 con “Música Destilada”, su primer disco solista junto a Osvaldo Fattoruso en batería y Abel Rogantini en piano. El disco obtiene excelentes críticas tanto de la prensa como de los músicos en general. Le sucedieron “Vamo’ Arriba” y “Al Contado”. Ahora llegó el turno de su cuarta producción discográfica como líder, “De feria”, recientemente editado en la Argentina por el sello Los Años Luz.
Desde su título "De feria", el bajista uruguayo Daniel Maza define la impronta de este disco. Latin jazz, bolero, porro, ritmos africanos, pop y otros géneros son atravesados por el candombe y destilan una música con personalidad propia que remiten a su historia y esencia. Da cuenta también de ello un delicado recuerdo de su infancia: el tema "Si la vida", cantado por su madre. Este trabajo, con siete los temas cantados, profundiza el camino ya iniciado en sus trabajos anteriores.

Mujeres en el Jazz

…Jazz para luchar contra la violencia de género.
Si nos paramos a escuchar la letra de algunos grandes clásicos de jazz de los 50, podemos establecer un denominador común: Todas ellas describen o reivindican la situación de la mujer en aquellos años en los que la igualdad entre hombres y mujeres era casi una utopía. Medio siglo después, tristemente, la situación no es mucho más alentadora, porque lo que escuchamos en canciones como “I’m a woman (soy una mujer)”, “Ain’t nobody’s business (lo que haga no es asunto de nadie)” o “(Mama) He treats your daughter mean (Mamá, este hombre trata mal a tu hija)”, podría ser pronunciado por una de las muchas mujeres que, actualmente, sufren la violencia de género en muchos países.
Todas estas canciones que fueron popularizadas por las grandes divas del soul, pueden escucharse en voz de Natalia Farrán como parte del disco “Mujeres en el Jazz”, un proyecto puesto en marcha por la Fundación Orquesta Nacional de Jazz, Paradores de Turismo y la Federación de Mujeres Progresistas, que pretende luchar contra la violencia de género.
El disco, que se ha presentado el pasado mes de Julio en el Teatro Lara de Madrid, ha contado con la presencia de Ramón Farrán (Presidente de la Fundación Orquesta Nacional de Jazz), Miguel Martínez (Presidente de Paradores de Turismo) y Yolanda Besteiro (Presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas), que ha declarado que la música es una de las maneras “más idóneas” para transmitir un mensaje claro a las mujeres que sufren de que “toda la sociedad está para ayudarlas sin ser testigos mudos”. “El camino hacia la igualdad es imparable, y pronto vamos a conseguir erradicar esta lacra social”, ha concluido.
En el disco podremos escuchar, junto a las versiones de los clásicos – todas interpretadas en inglés por Natalia Farrán – temas compuestos por la Orquesta Nacional de Jazz para ser incluidos en este proyecto, cuyos beneficios se destinarán a campañas de sensibilización en favor de la igualdad.
(lmept.blogspot.com)

Aziza Mustafa Zadeh: emotiva y sentimental

Aziza Mustafa Zadeh nació en Baku (Azerbaijan) en el seno de una familia de músicos. Su padre, Vagif Mustafa Zadeh, pianista y compositor, alcanzó reconocimiento por fusionar el jazz con el mugam (música tradicional de Azerbaijan). Su madre, Eliza Mustafa Zadeh, era una cantante clásica de Georgia.
La primera aparición pública de Aziza fue con tres años en un concierto de su padre, improvisando vocalmente. Sin embargo sería a través del piano por lo que Aziza comenzaría de despuntar. A pesar de tener una formación clásica con este instrumento, pronto advirtió que tenía un don para la improvisación. A los 17 años ganó el Premio Thelonious Monk en Whasington D.C. En 1991 publicó su primer disco, llamado simplemente Aziza Mustafa Zadeh. A estos han seguido, Dance of Fire, Always, Jazziza y Contrasts, entro otros.

Es reconocida internacionalmente y ha recibido numerosos premios en Alemania y Europa, como una artista, compositora, pianista y cantante inclasificable, a través de la que se pueden percibir influencias del mugam de su país natal, de standards de jazz, de Chopin o Bach, sin por ello perder el rasgo genuino que ella imprime a la fusión de todos estos.
Considerada como una de las dos grandes pianistas de jazz del continente asiático, está dotada de un gran virtuosismo, su música es emotiva y sentimental, sin por ello renunciar a sus raíces. Una cualidad que destaca cuando canta en scat, a gran velocidad, tradicional en su tierra.
En 1994 ganó el premio de la Academia de Música de Alemania y ha grabado, entre otros, seis discos, Dance of fire, Seventh truth, Jazziza, Inspiration-colors & relection, Shamans y el más reciente, Contrast, publicado este mismo año.

La Polillazzera: Africanismo del Jazz (6)

Con mucha frecuencia, en la bibliografía de distintas publicaciones se observan nombres y autores que, además de repetirse y reiterarse como fuente de información en innumerables ediciones, estas obras – debido a la época en que fueron escritas – están prácticamente “desaparecidas” en nuestros días. Cuando por azar o por una eventualidad se tropieza con uno de estos raros ejemplares, la Polilla Jazzera que uno lleva por dentro, sabe que el “alimento” en estos casos consiste en conservar ese material y, dado la importancia del tratamiento procurado al tema desde la perspectiva histórica, la conveniencia de revisitarlo y compartirlo. De eso se trata. Otra mirada, a partir de aquella mirada. (JR)
Continuación…Ahora bien, así como muchos periodistas han hablado, sin fundamento alguno, acerca del africanismo del “jazz”, no pocos estudiosos, etnógrafos y viajeros que visitaron el continente negro se han colocado en el polo opuesto por completo.
En su último libro sobre el “jazz”, Jean Béline, más conocido por el seudónimo de André Coeuroy, ha dicho: “El “jazz” no es un arte negro”. Sin embargo, años antes, en otro trabajo, el mismo crítico no vaciló en estampar esta afirmación: “El negro africano inventó todos los elementos del “jazz”. Y aseveraciones similares asentó en otra de sus obras, escrita en colaboración con el musicógrafo André Shaeffner.
Maurice Delafosse, ex gobernador del Sudán y africanista sagaz, que se muestra tan atinado y racional en su enfoque de otros aspectos del negrismo, refiriéndose a la música del Africa manifiesta: “Cuando en Francia se habla de música negra, todo el mundo evoca de inmediato los endemoniados y un tanto cacofónicos acordes del “jazz”. Ahora bien, nada hay menos parecido a la música negra, o cuando menos a la música negra del Africa, que la música del “jazz band”. No sabemos de dónde es originaria ésta, pero, sin duda no lo es del continente negro. En realidad por el sonido de ciertos instrumentos que usa y por la notable precisión con que rima los pasos de los bailarines, puede recordar en cierto modo, las orquestas de tambores, carracas, varillas de hierro golpeadas una contra otra, bocinas y olifantes, a los cuales dan los europeos el significativo nombre de batintines, y que, tanto bajo el sol como bajo la luna, acompañados de palmadas y gritos, acompasan y excitan las danzas y los zarandeos de los negros y las negras. Pero el batintín no es música, no es sino un instrumento de danza y, bien pensado, no otra cosa es el “jazz band” que, sin duda por eso se han permitido asimilarlo al batintín de los negros”.
En su obra publicada en 1929, Stephen Chauvet rebate la africanía del “jazz”, en términos similares a los de Delafosse: “Nada hay menos específicamente negro y nada menos parecido a la verdadera música negra, me dicho, a la música del Africa, que el “jazz”.
No obstante, el mencionado estudioso afirma que “es frecuente el empleo de la síncopa y el golpeteo de las manos en el tiempo débil” características ambas, sobre todo esta última, de la música afro-estadounidense en general y del “jazz” en particular.
Impugnando la ascendencia africana del “jazz”, a favor de un origen judío, el compositor británico Constant Lambert ha expresado: “Si alguien duda de los elementos esenciales de estilización europea del “jazz”, le resulta muy simple comparar una pieza típica de este género, como Swampy river, de Duke Ellington, primero con una obra de Grieg y luego con un disco de música nativa africana. Deberá resultarle claro al oyente más prejuiciado que, aparte de algunas peculiaridades rítmicas, la obra de Ellington tiene más en común con la música de Grieg. No estoy negando ni por un momento, las características raciales implícitas en estas peculiaridades rítmicas; solo señalo que Ellington, como todos los compositores negros, tiene que emplear el marco armónico europeo. Las producciones de este pianista no constituyen mejores ejemplos de “folk songs” africanos que los poemas de James Weldon Johnson especímenes del dialecto del Dahomey; ambos representan la aplicación del temperamento negro a una tradición foránea y a un lenguaje adquirido”.
Puntualicemos, en primer término, que el “jazz” emplea intervalos que no existen en la armonía europea, como los representados por la tercera y la séptima disminuida en el acorde subdominante, llamadas “blue notes”. Luego, el compositor británico no hace mención al disco africano que sugiere comparar, ni la zona del Africa a la que pertenece. Esto último, en particular, es de suma trascendencia, pues, como hemos visto, la música africana es compleja y diversa.
Además, de las peculiaridades rítmicas a que alude Lambert, son muchos los detalles negros de la música sincopada que encuentran su paralelo en el lenguaje sonoro del Africa Occidental. (…)
No se trata de afirmar que el “jazz” sea puramente africano, lo cual resultaría absurdo, sino de establecer el grado de africanía que, sin la menor duda, posee. (Continúa)

Tomado de: “Estética del Jazz” de Néstor R. Ortiz Oderigo / Ricordi Americana, Buenos Aires, Argentina, 1951

Foto: James Weldon Johnson / 1943 Oil Painting by Laura Wheeler Waring / National Portrait Gallery / Smithsonian Institution

Jay Jay Johnson: la tercera corriente

Jay Jay Johnson (1924-2001) es en la historia del jazz y en particular en la evolución del trombón, lo que Charlie Parker es al saxo alto, o Dizzy Gillespie a la trompeta. Todavía hoy, no ha nacido quien desde el punto de vista del estilo, haya aportado algo nuevo al idioma musical establecido por Johnson, hace ya más de medio siglo. Nació el 22 de enero de 1924 en Indianápolis (EE.UU), y su infancia transcurre sin sobresaltos y cuando cumple once años, sus padres lo inician en el estudio del piano. Tres años más tarde, en el instituto escucha los primeros discos de jazz y unos amigos le invitan a participar en la orquesta universitaria ocupando el puesto vacante del trombonista. Ya no abandonaría nunca su instrumento.
Con diecisiete años ya es profesional y obtiene su primer contrato con la banda de Clarence Love. En 1942 consigue progresar en su instrumento lo suficiente como para ser contratado en la orquesta del famoso salón "Snookum Russell" donde tiene como compañero al trompetista, Fats Navarro, del que se hace amigo y escuchan a menudo los discos de Lester Young y de Roy Eldridge, a los que Jay Jay considera sus primeras y definitivas influencias. Su siguiente trabajo fue con la big band del gran Benny Carter con el que se va de gira por California permaneciendo a su lado tres años, desde 1942 a 1945.
Una vez que deja a Benny Carter, se une por unos meses a la orquesta de Count Basie para trabajar a renglón seguido con el cuarteto de Bud Powell que actuaba a diario en el club "Spolite". Allí, Johnson deja asombrados a todos cuando se atreve a improvisar con una imaginación desbordante y una técnica impecable en un instrumento, el trombón, donde nadie lo hacía. Con el cuarteto de Powell más la incorporación del saxo alto, Cecil Payne, entrara por primera vez en un estudio para grabar una sesión a su nombre. Era 1946 y su primer disco titulado "Jay Jay Quintets" grabado para Savoy, es una joya musical que todos los trombonistas de la ciudad adquieren sin creer que aquel sonido y aquellas notas salgan de un trombón de varas.
La carrera de Johnson, se afianza con ese gran disco y en 1947 se une a la banda del saxo tenor, Illinois Jacquet con quien colabora hasta 1949. Deja a Jacquet y se une primero a Woody Herman y luego a Dizzy Gillespie con quien en 1951 se va de gira a Corea y Japón con el grupo liderado por el contrabajista, Oscar Pettiford. Así llega hasta 1954, el año del salto a la fama del trombonista cuando el sello Savoy le propone grabar un dúo de trombones. Ahí nacerá el dúo con Kai Winding que produce varios discos fantásticos. Se separan en 1956, pero volverán a juntarse ocasionalmente en 1958, 1961 y 1968. En 1970 se marcha a California para dedicarse de lleno a la composición de música para cine y TV.
Sigue grabando discos con cierta regularidad aunque deja las actuaciones en directo salvo una gira por Japón en 1984. Obtiene, año tras año, el primer puesto del referéndum de lectores de la prestigiosa revista "Down Beat" en su instrumento y estuvo en la cima del jazz.
Fue el primer trombonista en abrazar el bop y se mantuvo luego de forma ininterrumpida como una de las principales figuras del jazz posterior al swing, ejerciendo una importante influencia en otros músicos de jazz.
Johnson fue uno de los primeros músicos del jazz moderno que se hicieron famosos durante los años cuarenta y destacó especialmente como representante de la llamada tercera corriente, que fusionaba la música clásica con el jazz.
Johnson también grabó muchos discos como solista, y fue un acompañante de muchas grabaciones clásicas de jazz. Varias de sus composiciones, entre ellas "Wee Dot", "Lament", y "Enigma" son consideradas estándares del jazz.
En 1970 dejó de tocar en público, algo que mantendría durante 17 años hasta su retorno a finales de los ochenta. Desde mediados de los cincuenta, Johnson fue un perenne favorito en las encuestas de los círculos jazzísticos, obteniendo títulos como el de “Trombonist of the Year” de la revista Down Beat incluso en años en que no estuvo activo. Situado dentro del Hall of Fame de Down Beat en 1995, la carrera de J.J. Johnson se extendió a lo largo de 54 años, desde 1942 a 1996. En 2001 se suicidó, disparándose a sí mismo, tras haberse deteriorado su salud. (flups.net)

NOVEDADES y SUGERENCIAS 1

Kristy
My Romance
Alma Records
2010
My Romance, marca la aparición de una nueva y brillante estrella en el jazz vocal, y nos anuncia el retorno del arte de contar una historia, a través de la sencilla belleza de la melodía.
En doce canciones cuidadosamente producidas, Kristy, parece habitar en las canciones, recorriéndolas lentamente, como si hubiera nacido para contar historias a través del canto, y con tal exactitud que la cantante se convierte en la canción en sí misma.
Kristy, es la hija del renombrado productor de Toronto, Peter Cardinali, y creció envuelta en la música que llenaba su casa. Se graduó con una licenciatura en Bellas Artes en la Universidad de York, donde estudió Historia del Jazz.
En My Romance, su disco debut, Kristy es capaz de crear una rica paleta de tonos y matices sutiles y de suave intensidad, en como ella nos (canta) nos dice, nos cuenta, historia tras historia.
En cada versión, en cada melodía, Kristy nos propone, insisto, pinceladas de colores sonoros que son logrados merced a su calidad vocal en perfecto ensamble con los exquisitos y logrados arreglos como, en la impecable instrumentación.
Si a Ud., le gusta por ejemplo Norah Jones o Casandra Wilson, ahora tiene una nueva y muy buena opción para probar y experimentar otras sensaciones. Kristy tiene un amplio y largo, como exitoso camino por recorrer, sin dudas y, ya escucharemos mucho más de ella. Por lo pronto absolutamente recomendado este “romance” con ella. Para resumir, si acaso fuese justo, en tres temas el concepto general de este trabajo, empiezo por señalar el track Nº 1 y que da nombre a la producción “My Romance”, que nos marca la excelencia en los arreglos, en la interpretación musical y vocal que, apreciaremos en el resto del disco, el “gancho” perfecto. Luego destaco (simple subjetividad) la pieza Nº 5 “It never entered my mind” inteligentemente resuelta en todos los sentidos. Y, culmino con el corte Nº 10, “Just one of those things”, rítmico y generoso para el lucimiento general. (JR)

NOVEDADES y SUGERENCIAS 2

Benjamim Taubkin
Piano Masters Series Volumen 1
Adventure-music Records
2010
Alejándose del formato de trío que le valió elogios de la crítica por su versión 2009 (Trío + 1), el pianista brasileño Benjamim Taubkin inicia la aventura musical de Piano Masters Series con su más reciente grabación como solista. Realización de un repertorio que incluye obras originales, así como composiciones de Jobim, Coltrane, y Pixinguinha, Taubkin permite que el extraordinario talento que le valió elogios como "deliciosamente minimalista" (All Music Guide) vuelva brillar realmente en este su debut de la serie.
Músico con una larga experiencia en los escenarios brasileños e internacionales, referencia obligatoria en la música instrumental paulistana, Benjamín Taubkin presenta su más reciente trabajo – en piano solo – grabado por el en los Estados Unidos.
Como resultado, Benjamín alcanza una sonoridad que viene de su trayectoria con los grupos de los que forma parte – como la Orquestra Popular de Cámara, el colectivo América Contemporánea, Abaçaí, Moderna Tradiçao y el Trío + 1 – de fusión de elementos tradicionales y contemporáneos, y de la experiencia en Brasil, en América Latina y todo el mundo. Una traducción de su visión de la integralidad en la música y en la vida.
Aun en sus formas más sobresalientes, se trata en realidad, de un disco sumamente original, grabado personalmente en la mayoría de los casos. “Just a pianist, a grand piano, and a record button” (solo el pianista, el piano de cola y el botón de grabar) Los resultados son sobresalientes. Siempre metido en “camisa de once varas”, trataré de redondear en tres piezas, el concepto del disco. Para empezar desde el inicio el track 1 “Alrededor de las influencias”, porque marca y reúne los elementos de la idea y la musicalidad brasileña. Continúo con “Giant Steps” el tema 8, por la calidad del arreglo y la proverbial pianística de Taubkin. Cierro con la última pista del CD (11) “Caipira”, un compendio de buen gusto interpretativo. (JR)

NOVEDADES y SUGERENCIAS 3

Pedro Bermúdez
No Limits
Luizama Music
2010
Pedro Bermúdez nació en Santurce, Puerto Rico en el año 1976. A la edad de 10 años comenzó a estudiar piano y percusión latina. Comenzó a tocar piano profesionalmente a la edad de 16 años y formó parte de las mejores orquestas de salsa de Puerto Rico y Nueva York.
Bermúdez, lanza su primera producción discográfica como artista principal y compositor, titulada “No Limits”, donde participan grandes figuras del jazz como el legendario bajista Eddie Gómez y, como invitados, el baterista brasileño Duduka da Fonseca, así como Ivan Renta, Vince Cherico, Richie Flores, Diego López, Carlos Maldonado, Cristian Rivera, Oscar Stagnaro, Ruben Rodríguez, Piro Rodríguez entre otros grandes músicos.
Nos parece un trabajo particularmente diferente, dentro del género o, mejor dicho dentro del estilo de interpretar o instrumentar el género el que, en algunas oportunidades pareciera estar realizado según una fórmula o estereotipo determinado.
Pedro Bermúdez en sus composiciones y en su propuesta muestra un sólido conocimiento y una conexión concreta con toda la música afro-cubana, los estilos brasileños, el Latin Jazz y el Jazz contemporáneo en general donde, con mucho respeto, va desenvolviendo sus texturas armónicas y rítmicas a lo largo de un trabajo entretenido como curioso. Como decía, el respeto y, la dedicación por el género y en su estilo se perciben constantemente en los arreglos y las interpretaciones consistentes y bien logradas. Por supuesto que, junto el excelente trabajo de Bermúdez en el piano, la composición y los arreglos, está el aporte invalorable de sus experimentados compañeros así, juntos, conforman un equipo notable y destacado tanto el lo individual como en lo grupal.
Para resumir en tres piezas, lo comentado anteriormente de este trabajo – cosa que es fácil decirla pero…bien complicado de hacerlo – me inclino de arranque por el tema Nº 3, “El jarriero” donde todos “caminan” cadenciosamente en sus aportes. Seguimos y aparece el track 6 de “Bombaiao”, excelente muestra compositiva y armónica para, culminar con la pieza “No limits” (11) y que le da nombre al trabajo, aquí se reúnen claramente todas las influencias de Bermúdez y en la que, se permite, dialogar libremente con el género. (JR)