Con
sus grandes diferencias en cuanto a raíces melódicas, el Tango y el jazz, dos
de las más originales expresiones de la música popular del siglo veinte,
nacieron casi al mismo tiempo en las márgenes de dos inmensos ríos de América,
y parecen compartir elementos característicos de un lejano pasado común.
En
un un trabajo editado hace unos años por la Academia Porteña del Lunfardo, el
estudioso Oscar Bozzarelli desarrolló la tesis de que tango y jazz tienen
raíces similares. Bozzarelli entiende incuestionable el origen negro del tango
y plantea las siguientes coincidencias con el jazz: 1) las polirritmias de
danzas rituales africanas muy anteriores a la era cristiana, 2) algunos ámbitos
comunes en su desarrollo, como el prostibulario, 3) contemporaneidad y estilos
parecidos entre los primeros pianistas de ragtime (una de las fuentes del jazz)
y de tango, 4) la inclusión de ritmos de habaneras (género que influyó en el
tango) en ciertas piezzas de jazz en 2 por 4, como algunas del pianista Jelly
Roll Morton, o la famosísima “Saint Louis Blues”, cuyos primeros 8 compases
tienen ese ritmo, y 5) el hecho de que los pioneros de ambos géneros eran músicos
autodidactas e intuitivos. “Los pianistas de tango y ragtime tenían estilos
similares. Tanto los de Nueva Orleáns como los de Montevideo y Buenos Aires
tenían la misma forma y modo de tocar, logrando la misma expresión emocional.
Así
como en Buenos Aires se llamaron Típicas Criollas a las orquestas tangueras a
partir de Vicente Greco, muchas de las
primeras bandas de jazz de Nueva Orleáns se autodenominaban Creole Jazz Band, o
sea Banda de Jazz Criollo. (”Creole”, criollo, palabra francesa usada para
designar a los nativos de Nueva Orleáns, capital de Louisiana -antigua posesión
francesa y española-, aunque en Europa significa todavía hoy “lo concerniente
al negro” o sencillamente “negro”, en
este último caso con una clara connotación peyorativa).
Pompeyo
Camps destaca que la primera etapa del tango es contemporánea del cake-walk en
Estados Unidos, que el ragtime se populariza en tiempos de la Guardia Vieja, y
que el estilo dixieland, a partir de 1917, se da en el mismo momento en que se
el tango canción. Cuando Carlos Gardel graba ese año por primera vez un tango,
“Mi noche triste” de Contursi y Castriota, se registra en Chicago la primera
grabación de jazz a cargo de la Original Dixieland Jazz Band, un conjunto
integrado totalmente por músicos blancos.
Tras
el arribo a Buenos Aires de la primera orquesta de jazz que pisó suelo
argentino (la American Jazz Band), muchas Típicas de Tango, la de Roberto Firpo
y luego las de Francisco Canaro, Osvaldo Fresedo y Adolfo Carabelli, entre
otras, comenzaron a tocar y grabar jazz. Por ejemplo la Canaro Jazz Band con la
voz de Charlo, la Red Hot Panamerican Band con Libertad Lamarque, e incluso
Carlos Gardel entonando “Tu serás para mí, yo seré para ti”, de Arthur Freed y
Herb Brown, en la versión castellana compuesta por Enrique Cadícamo.
Fuente:
Javier Salaberry / lptango.com.ar
Foto:
La Jazz band Canaro, durante una grabación, en los años '20.
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